TREFILADOS

OFISUR

jueves, 16 de abril de 2015

UNA EXPERIENCIA BRUTAL EN EL XTERRA DE LA VIÑUELA





Tenía muchas ganas de hacer un Xterra...
Sabía que era un Triatlón extremo, pero nunca imaginé hasta qué punto. 
Perfectamente podría acabar esta crónica aquí y ahora mismo, diciendo que el Xterra de la Axarquía es sencillamente... ... ... ¡¡¡BRUTAL!!!





El día anterior veía a Isidro muy preocupado (el año pasado ya participaron Juanma Toledo y él):
-«¿Qué te pasa Isi?»
-«Juanjo, ¡es muy duro!»
-«Venga tío, no será para tanto, venimos de hacer la ABR... Estamos fuertes.»
-«Ya, pero es una bici demasiado dura.»
-«¡Anda, no exageres!»






¡¡¡Una pasada!!! NUNCA he hecho una bici tan dura y extrema, y son muchas las etapas que ya hemos hecho.






El lugar de celebración era el pantano de la Viñuela, un paraíso terrenal, de tantos que tenemos a nuestro alcance y no sabemos valorar. El inicio de la prueba fue a las 12:30 horas. 





Después de 1.700 m de natación, nos dirigimos a coger nuestras mtb. Ellas, ya han combatido en muchas batallas y siempre están preparadas para darlo todo, para morir por nosotros... Si hablaran, nos dirían el gran amor que sienten por nosotros y lo mal que lo pasan cada vez que se quedan colgadas en un garaje y no respiran el aire de la sierra.





Tras 2 km a lomos de nuestras mtb, nos dimos cuenta del calor que hacía ese día, llegamos a 33º C. Y empezamos a subir y seguíamos subiendo y no parábamos. Rápidamente, vi que no era mi día: ganas de vomitar, no elegí la mejor cena el día anterior y mi hernia de hiato no perdona... Tocaba sufrir, una vez más...  Pensé tantas cosas... Hoy sí, estuve a punto de abandonar, y muchas veces... Pero... ¿cómo explicar luego que no fui capaz de terminar mi primer Xterra?,,,





No hay peor tormenta que la que se arma uno solito en la cabeza... Así que intenté sacar fuerzas, y me olvidé de las ganas de vomitar, y tiré para adelante. 





No sé cómo, pero completé los 43 km con 1.950 m+ de subida. Una burrada, no sólo por los grandes desniveles, en los que la rueda te patinaba, sino por las bajadas, increíblemente técnicas y peligrosas, y mucho calor. Eso añadido a la mala Organización, poca agua y sólo agua en los avituallamientos, y eso que Isi y yo íbamos entre los 70 primeros, y ya, no había agua. Pero pude dejar la bici en la transición, después de auxiliar a un corredor que tuvo una caída y no volvió a ver su bici, que se perdió en un barranco y después de perderme en dos ocasiones por mala señalización.






Por su parte, Isidro, después de una natación espectacular (no nos olvidemos que ha cruzado el Estrecho de Gibraltar y sin neopreno, hazaña que está al alcance de muy pocos), hizo una gran bici. Es un todo-terreno, capaz de hacer una media maratón por debajo de 4 min, hacer una A.B.R. y meterse entre los primeros en un Tri sprint. Estuvo mucho tiempo parado, auxiliando a otro corredor, que tuvieron que evacuar al hospital. Abandonaron 50 personas. Isi nunca falla, sabe sufrir y siempre lo da todo. Es un placer, poder entrenar con él.

Dejamos la bici y pronto se iba a resolver la duda a la pregunta que nos estábamos haciendo todos los triatletas: ¿Dios, y ahora cómo corro? ¿Tendré piernas?... Pues sí, nos quedaban piernas después de 4 horas de MTB extrema para correr.

El primer avituallamiento del segmento a pie fue a los 2 km. Eso, unido a la deshidratación que llevábamos acumulada de la bici (me tuve que parar en el pueblo a llenar los botes en una fuente y sin contar la cantidad de veces que nos dieron agua los voluntarios), hizo que la primera parte de la carrera a pie fuera agónica. Nunca he bebido tanta agua en un segmento a pie en un Triatlón, casi 1 litro por avituallamiento, había 4. 

Después de la agonía de la bici, muy contento, porque me encontré muy bien en la carrera a pie (11km +385m), aunque perdí mucho tiempo en los avituallamientos. Pero os puedo garantizar que en una carrera de este tipo, sólo quieres acabar y poco te preocupa el tiempo perdido. 

Isidro sufrió en la carrera a pie (como todos) y acabó haciendo un tiempazo, 5h 35 min, acabando el 65º de la general y 10º de su categoría… ¡¡CARRERÓN, enhorabuena!! Me alegro mucho por ti; te lo mereces. 





Cuando llegué a meta, me dio mucha alegría ver a Isidro allí (señal de que no se había caído en una prueba muy peligrosa). Y nos abrazamos, contentos de haber terminado una de las pruebas más exigentes que hay ahora mismo. 6h 15 min, 80º de la general y 15º de mi categoría. Una batalla más.... ¡ganada!, que no es poco.

La Organización, mal, en los avituallamientos, sólo agua y poca, espero que cambie, porque el año que viene volveré y espero que Isidro me acompañe y también Juanma Toledo, que no pudo venir este año. Gracias María José, siempre ahí.

Cuando me preguntan a qué se parece un Xterra, la respuesta es muy sencilla: «¡¡A un Xterra!!», y para saber lo que es, hay que hacerlo… BRUTAL.


«Le llaman suerte, pero es constancia. 
Le llaman casualidad, pero es disciplina. 
Le llaman genética, pero es sacrificio...
ELLOS HABLAN, TÚ ENTRENAS.»

JUAN JOSÉ GALLEGO.

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