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viernes, 21 de noviembre de 2014

UNA KABRA, FINISHER EN EL IRONMAN DE ZURICH





HACER un IRONMAN, ES, lo MÁXIMO... para un TRIATLETA...  

Yo, he tenido la suerte de hacer ya dos. El año pasado fue el de ROTH (Alemania), y este año, ha sido el de ZÚRICH (Suiza). Un Triatlón de Larga Distancia, es un VENENO... Mejor dicho, es el ANTÍDOTO del VENENO, porque te da la vida, y te hace sentir que puedes "con todo"... Con todos los retos que te propongas.



Tu nombre en el arco de Meta, Tu tiempo de finisher dentro de rango, Tus hijos (los mellis) diciendo ¡Qué grande es mi padre! y tu mente, sabereando el Antídoto del veneno en ese instante, Y por mucho tiempo... ¡Qué demasié...!


Van pasando los años, y cada año te sientes con un puntito más que el anterior. Después de la Acinipo, la Andalucía Bike Race, el trail de Calamorro, el de Zuheros, el de Cara los Tajos, y la Vuelta a Andalucía MTB, me encontraba como nunca.


Zurich es duro, es de los Ironman que más tarda en llenar las plazas junto con el de Lanzarote. El día anterior a la prueba no paró de llover, e hizo mucho frío. Fue desagradable estar en la cola de entrada a boxes durante 1h30', y mojándome.  El domingo apareció nublado y frío... Por lo menos, no llovía.
La Salida del segmento de la natación. JuanJo es el del gorro amarillo...

La natación, muy bonita... para ver... pero muy tediosa, para nadar... Muchos revirajes, con apelotamientos, y muchos nervios. Un trámite... El objetivo, era SALIR MOJADO después de 3.800 m.


Recién salido del remojo... Y a por la bici...


Después de 1h25', empieza lo bueno... 180 km de bicicleta: dos vueltas a un circuito de 90 km, con 1.900 m+, puertos tendidos, bajadas muy peligrosas... y lo peor:  el viento, la lluvia, el frío y la humedad (90%). Acostumbrado a entrenar con las altas temperaturas de Córdoba, los 12ºC hacían que los músculos estuvieran duros y tensos. 


Maillot de invierno, para aguantar un día frio y gris.

Tras varios intentos de quedarse, tanto cuádriceps como isquiotibiales, cogidos por el frío, quedaba claro, que no era el día de darlo todo en la bici, por lo que me dediqué "a disfrutar" de los Alpes, y fui con cadencia, tranquilo.


La alfombra de los boxes, es de color verde, que apenas se distingue del césped natural...

Tras 6h40' de una bici muy dura, me bajo a correr... Ahora sí, empieza "lo bueno", la verdad. Me pongo mis cascos, los enciendo y la primera canción: «Sweet Child of Mine» de Guns N' Roses... ¡¡Ufff, subidón!! Las dos primeras vueltas fueron espectaculares... No paré de adelantar gente, un poco asustado, al ver tanta gente andando, no quise apretar el ritmo. 

La tercera vuelta, fue un infierno, lo pasé muy mal. En ningún momento, pensé en abandonar; pero sí me planteé si merecía la pena tanto sufrimiento, tantas horas de entreno... Cuando pasé por el final de la tercera vuelta, le prometí a María José, mi mujer, la que siempre está ahí y nunca me falla, que éste era el último Ironman que hacía... Ella sabía, que no cumpliría mi promesa...

La cuarta vuelta, fue otra historia... Me vine arriba, y terminé los últimos 4 km de la maratón a 4'20"/km, sin parar de adelantar gente, con el público animándome de forma espectacular, y con unas sensaciones que compensan todo el sufrimiento. Tal vez fui demasiado conservador...,  pero no se le puede perder el respeto a estas pruebas... No paré de correr en la maratón en ningún momento, salvo en los avituallamientos.

13h45', en un Ironman muy duro, bonito y recomendable. Los que habían hecho Lanzarote, lo comparaban, y a algunos les pareció éste aún más duro... No lo sé, cada triatlón, es diferente... y todos, son duros.,, A los dos días de terminar, ya me había inscrito al Ironman de Bolton.



La ciudad de Zurich, a orillas de Rihn. Una ciudad encantadora. Y que funciona como un reloj, suizo...

Gracias a María José, por estar siempre y no fallar... y sobre todo, por aguantarme... Sé lo insoportable que puedo llegar a ser. Le debo tanto, que no sé, si algún día, le podré compensar... Espero que sí... Y gracias a mis "mellis", que tantas fuerzas me dieron el día de la prueba, y me dan día a día. 


Mis trofeos más preciados... Mis mellis.

Gracias a todos los que me aprecian y confían en que siempre terminaré todos los retos: Fernando, Ramón, Juanma, Pachi, Dani, Sergio , Isi y Alberto “Cachorro", mi hermano, que tantas alegrías me ha dado, y me dará: en la A.B.R. del 2015, seremos pareja otra vez.


MI enhorabuena a Emilio Zafra Vadillo, con el que he tenido la suerte de compartir estos dos Ironman. Lo pasó mal en la carrera a pie, pero supo sobreponerse, como un campeón, y demostrar a todos que tiene una cabeza de Ironman, y que el esfuerzo, tiene su recompensa.  


Enhorabuena a Troya... -sin comentarios-: 9 Ironman, y corriendo la maratón a 3h20'. Todos los que van "de algo", porque quedan bien en alguna prueba que otra, deberían aprender de él. 


Terminar un Ironman, es algo muy fuerte... Hay que saborearlo... y disfrutarlo. El día de la prueba, es el día de la fiesta, de TU FIESTA, y hay que empaparse al máximo, DE TODO.


Y ahora, queda el broche final para un gran año: el ULTRATRAIL BOSQUES DEL SUR, con mi amigo Juanma Toledo. Lo que más me gusta del reto es que después de terminarlo, cuando volvamos los dos a Córdoba, la unión entre ambos será irrompible, para siempre, y confirmará nuestra amistad y nuestro aprecio mutuo. Nos iremos AMIGOS, y volveremos HERMANOS.

JUAN JOSÉ GALLEGO.

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